Vuelve de nuevo la translaboral el 22/11 en su segunda edición. Estas jornadas que se realizan en Sabadell buscan no tan solo generar espacios de sensibilización y visibilización de la gran problemática de las personas trans*, la NO inserción laboral de este sector de la población.
Y no solo se generan estos espacios, que también son de vital importancia, sino que se ejerce un posicionamiento político, las personas trans* son visibles y la aceptación social debe pasar por aceptar que la diversidad social nos enriquece a todas y a todos.
Para conseguir una inserción laboral, ser trans* no es ninguna dificultad en sí misma, que se note que somos trans* es la gran dificultad.
Debemos explicar la identidad de género desde el principio cada vez que realizamos una entrevista de trabajo, con todo el consumo de energía, medios y falta de atención por parte de la empresa, que todo ello origina. Cuando se “nota” que somos trans* se convierte la entrevista en otra cosa, que nada tiene que ver con conseguir ese puesto de trabajo.
Estos espacios políticos de visibilización de una exclusión social son extremadamente necesarios, en ellos no solo nos reunimos para hacer frente a esta exclusión, no solo a que participen actores sociales, institucionales y laborales, sino que participamos todas y todos en poner en valor que las empresas respeten el principio de la no discriminación en todas las operaciones y hacer lo necesario para que la selección de la candidata o candidato por competencias sea la base para la contratación, la colocación, la formación profesional y la promoción de su personal a todos los niveles, y alentar y apoyar a los proveedores de esas empresas para que actúen de forma análoga. Las prácticas no discriminatorias están reconocidas como una herramienta de gestión importante para aumentar la eficacia y la productividad de toda la empresa.
Las políticas de igualdad de oportunidades más activas tienen unos efectos más positivos en la productividad en aquellas empresas en las que la fuerza de trabajo se asigna con mayor eficiencia, esto aumenta la calidad del capital humano y la motivación, haciendo aumentar la eficiencia organizativa.
Nosotras, las personas trans*, somos parte de esa fuerza de trabajo, de esa calidad del capital humano, de la motivación y de la eficiencia organizativa, por ello debemos formar parte en las empresas.
Todo este valor, imprescindible en un mercado dinámico y cambiante, la demanda de involucrar a toda la diversidad en el trabajo productivo para obtener un mayor abanico de preferencias y expectativas, hace relevante la figura de la intermediación laboral que de salida a toda esta fuerza de trabajo. La globalización, la internacionalización del mercado y el crecimiento empresarial debe darnos a las personas trans* mayores expectativas laborales.
Belén Camarasa (Barcelona, 1965) activista trans. Actualmente trabaja como dinamizadora del espacio “Sororitat Trans”l en la Fundación Surt. Piensa que el reconocimiento político de las mujeres trans* pasa por ocupar espacios en el mercado laboral. |