El 30 de marzo de 2005 Catalunya modificó la ley de adopción para permitir a las parejas del mismo sexo adoptar conjuntamente. Son ya 10 años de construcción de familias amparadas por la legalidad.
Es este un motivo de celebración para el colectivo, una celebración que se llevará a cabo en el marco más adecuado: el Parlament de Catalunya. El Parlament acogerá las familias del colectivo que lo deseen (enviando un correo a: familieslg@familieslg.org indicando el nombre, apellidos y DNI de cada adulto y niño)
Será seguro un momento de alegría y celebración pero también debe ser un momento para la visibilidad y la denuncia. Las familias LGTB siguen siendo discriminadas en muchos ámbitos y la normalización de las vidas de los niños y niñas pasa por la necesidad de avances en educación para combatir el buylling LGTBfóbico y para que se acoja la diversidad familiar en las aulas y los currículos educativos.
La actitud de LGTBfobia interiorizada de Dolce & Gabbana, contra las familias lgtb debería ser una anécdota pero, demasiado a menudo, es una opinión demasiado amplia, que hay que combatir con una inversión en educación y la visibilidad de las propias familias.
La apuesta que algunos colectivos de inspiración cristiana y políticos conservadores hacen por las terapias reparativas para el colectivo LGTB, son un motivo de alerta social y sanitaria. Se ha demostrado que estas terapias no son sino torturas de distinta intensidad a las que se aplican principios conductistas, para inhibir el deseo amoroso y sexual hacia las personas del mismo sexo.
Hace unos meses, la asociación cristiana Exodus Internacional emitió un comunicado en el que pedía perdón a las personas que se habían acogido, durante treinta y siete años de práctica, a estas terapias, destacaba que no eran efectivas y reiteraba su compromiso dejar de practicarla y convertirse en una “nueva organización más cristiana y acogedora“. Después de años de críticas a la aplicación de la terapia, el Presidente de la asociación reconocía en una carta “Por favor, sepan que estoy muy arrepentido. Siento mucho el dolor y el daño que muchos de ustedes han sufrido. Siento que algunos de ustedes hayan tenido que pasar años luchando contra la vergüenza y el sentimiento de culpa cuando veian que su orientación no cambiaba. Siento haber promovido que la orientación sexual se podía cambiar y defendido teorías sobre la orientación sexual que estigmatizaban los padres. Siento no habeles defendido que personas que públicamente estaban a mi lado les han insultado llamándoles sodomitas o cosas peores. Siento que, conociéndoles tan bien como les conozco, haya fallado al no explicar públicamente que los gais y las lesbianas son tan capaces de ser unos padres ejemplares como las personas heterosexuales“. Exodus Internacional, se añadía a otras organizaciones que habían aplicado este tipo de terapias.
Aún así diferentes organizaciones y autores siguen defendiendo estas terapias, aunque de la asociación Americana de Psiquiatría lo ha condenado y rechazado. Las terapias reparativas de la heterosexualidad sólo producen autoodio, exclusión y llevan muchas veces al suicidio. Es un tratamiento psicológico con un alto contenido de fe religiosa que trata la homosexualidad como una enfermedad, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud excluyó la homosexualidad como enfermedad en 1990 .
Diferentes personas han denunciado estas prácticas, en primera persona, y mientras en algunos países avanzan en la legislación, como en EE.UU, en el estado de California, para prohibir estas falsas terapias, hace tan sólo 2 años un político destacado como Duran Lleida las defendió.
Actualmente hay una importante iniciativa en change.org impulsada por Alec Fisher, un estudiante a quien Marcus Bachmann (esposo de la congresista estadounidense Michele Bachmann) aplicó la terapia cuando era adolescente. Esta petición pide que no se aplique la terapia, de forma especial a niños y niñas, y ya ha conseguido 70.000 firmas. Fisher también ha impulsado un proyecto de ley y ha realizado un interesante documental sobre la discriminación LGTB y el buylling en el que denuncia estas situaciones.
Hay muchas reparaciones hacía el colectivo LGTB, muchas reivindicaciones pendientes de hacer realidad, pero esta reparación no la necesitamos, no la queremos.
Susanna Hernández es escritora, ha publicado diferentes relatos y poemas pero escribe, básicamente, novela negra. Ha ganado varios premios, entre los que destaca el...