Inquisición y sodomía en la Catalunya de los siglos XVI-XVII

Inquisición y sodomía en la Catalunya de los siglos XVI-XVII

La Inquisición se implanta a la Corona de Aragón y el Reino de Castilla en 1478. Su objetivo era mantener la ortodoxia religiosa y perseguir la herejía. Era una institución ligada a la monarquía que no tenía las mismas competencias en todos los territorios. Inicialmente en Castilla podía perseguir la sodomía, mientras que en los territorios de la Corona de Aragón no. Esta institución nunca estuvo muy aceptada en la Corona de Aragón, especialmente se vio como una intromisión castellana contraria a los procedimientos judiciales tradicionales. En Zaragoza llegaron a asesinar al Inquisidor de Aragón al 1485.

En Catalunya ni los Usos, ni las Constituciones Catalanas tipificaban el “crimen sodomítico”; los diferentes tribunales que querían actuar se basaban en viejas leyes romanas o visigodas. La primera vez que una ley catalana trató el tema de la sodomía fue el 1585 , el rey Felip I (II de Castilla) la introdujo en las ” Constituciones de Catalunya”.

A inicios del siglo XVI dos hechos cambiarán las cosas. Por un lado el entorno castellano de Carles I quiere tener herramientas para actuar en la Corona de Aragón, por otro la persecución de la herejía no da suficientes ingresos a la Inquisición un vez expulsados los judíos. Al 1524 el Papa Clemente VII autoriza a la Inquisición perseguir el pecado nefando en Catalunya, Aragón y Valencia. Este hecho originó un conflicto competencial que no se solucionó ni siquiera al 1714. Podríamos decir que la introducción de la persecución de la sodomía tuvo unos motivos mas políticos y económicos que no religiosos.

Los tribunales del Santo Oficio confiscaban los bienes de los encausados al inicio del procedimiento, aceptaban testigos anónimos, aplicaban la tortura sin restricciones y por si fuera poco los juicios acostumbraban a ser secretos. Los tribunales catalanes basaban sus sentencias en las pruebas, los testigos y los juicios eran públicos, las confiscaciones se producían después de las sentencias condenatorias, la tortura tenía que ser autorizada por el juez (en el Reino de Aragón la tortura en sede judicial estaba prohibida). Otra diferencia se daba en las sentencias a morir a la hoguera, a partir del siglo XIV en Catalunya los sentenciados a la hoguera antes eran enristrados.

Las sentencias de los tribunales del Santo Oficio se tenían que aplicar de acuerdo con las constituciones y leyes seglars “de cada país”, según la sentencia de 1524. Los jueces catalanes, aragoneses o valencianos que vieron invadidas sus competencias se cogieron a este aspecto para poner todos los impedimentos que tuvieron a su alcance . Por si fuera poco, los inquisidores acostumbraban a ser castellanos, hecho que aumentó el conflicto y la desconfianza .

Los conflictos no acabaron aquí. Las sentencias de muerte tenían que ser ratificadas por las diferentes audiencias y éstas raramente lo hacían cuando eran por sodomía. La mayoría fueron bloqueadas. Los tribunales de la Inquisición optaron para enviar a galeras a los condenados.

Es imposible saber el número total de personas encausadas durante este periodo, hay que recordar nuevamente que todos los tribunales tenían competencias en este sentido y que nuestra convulsa historia ha hecho desaparecer muchos archivos que nos ayudarían a conocer la realidad de estas persecuciones.

La aparición del libro de Jaume Riera y Sans, Sodomitas catalanes. Historia y vida, siglos XIII-XVIII, ha aportado mucha luz a un periodo del que teníamos poca información. Aporta la historia de más de 300 casos que fueron juzgados por los diferentes tribunales, comenta las leyes utilizadas y los conflictos competenciales en este complejo mundo que fue el de la Corona de Aragón.

Bibliografía:

Riera i Sans, Jaume. Sodomites catalans. Història i vida, s XIII-XVIII. Editorial Base.

 

El autor es voluntario de la Coordinadora LGTB de Catalunya y Vicepresidente de Gais Positius. En 2009 organizó con Circiut Festival la exposición “Las relaciones homosexuales a través de la historia” y al año siguiente, con motivo del 30 aniversario del primer caso de SIDA, la exposición “VIH en positivo”. Paralelamente y con los materiales recopilados inició el blog L’Armari Obert.