EDITORIAL
 La aprobación del derecho a matrimonio entre personas del mismo sexo es un avance incuestionable en los derechos del colectivo LGTB, tanto para los que coinciden con el papel social que tiene esta institución como para los que son críticos. El común denominador es que, finalmente, la apuesta o no por casarse debe ser una decisión de cada cual, pero el derecho tiene que existir. Una de las principales funciones que tiene esta aprobación es la normalidad que genera: somos unos más e iguales al resto en derechos y obligaciones. Se trata del reconocimiento dentro de la legalidad, hasta ahora sólo para los heterosexuales, del amor entre dos personas del mismo sexo pero también de la capacidad de cuidado y educación de hijos e hijas. Allá dónde se ha aprobado, transcurridos unos años, las mayorías sociales que han apoyado a esta reforma se han ampliado. Este solo cambio legislativo tiene importantes efectos sobre el colectivo por su simbolismo.

Aunque en Francia, el movimiento anti matrimonio igualitario, aparte de su movilización constante, está derivando en otras hechos más peligrosos: un repunte preocupante de la LGTBfòbia. El País contaba en una crónica como en este contexto se había producido una paliza a una pareja de homosexuales en París por parte de unos agresores envalentonados por continuas manifestaciones que nos degradan como colectivo y nos quieren negar derechos. Nos debemos preparar para reacciones así en otros países puesto que tal y como avance este derecho, el número de gobiernos que lo aprueba es creciente, también irán en crecimiento las reticencias y, desafortunadamente la LGTBfobia. En este marco, alentamos al gobierno francés a seguir sin miedo su camino en la aprobación del matrimonio igualitario. Pero también constatamos que a parte de medidas que normalizen nuestro colectivo y se conviertan en un símbolo también necesitamos legislación y políticas que penalizen las conductas discriminatorias y prevengan la LGTBfobia. La última batalla legal por los derechos del colectivo va en esta línea.