Si bien, como indicábamos al editorial dedicada a las elecciones del 25-N, hay una mayoría al Parlament de Catalunya para legislar contra la homofobia, la lesbifobia y la transfobia (LGTBfòbia) lo que también es cierto es que hay divergencias, o cuanto menos matices, en cómo hacerlo. El jueves 22 de noviembre las entidades LGTB presentaron un manifiesto dirigido a los cabeza de lista de los principales partidos políticos que cuenta con escaños en el parlamento catalán y en el que se reivindicaba el compromiso para lograr una ley específica contra LGTBfòbia y que ésta se desarrollara durante el primer año de legislatura. Sólo no lo firmaron dos de los partidos presentes en la cámara catalana: Ciutadans y Partido Popular, que han pasado de 21 a 28 diputados en las elecciones del 25-N. Los de estas formacions son, por tant, diputados que no han adquirido ningún compromiso con el colectivo LGTB, aunque se pueden sumar siempre que quieran. Por otro lado, la izquierda parlamentaria (ERC, PSC, ICV y CUP) sí que firmó el manifiesto que proponía el movimiento LGTB catalán y han pasado de 48 a 57 diputados. SI, que había firmado el compromiso, ha perdido los 4 diputados que tenía. Finalmente CIU firmó un acuerdo diferenciado en el que se comprometía a legislar contra la homofobia, pero no con una ley específica -sino a partir de otra de igualdad de trato-, ni durante el primer año, tal y como pedían las entidades. Ha pasado de 62 a 50 diputados.

Con todo, la historia de la aprobación de una ley por los derechos de las personas LGTB y contra la LGTBfobia no empieza en esta nueva legislatura ni mucho menos. Una primera propuesta ya se elaboró durante el año 2010, durante el segundo gobierno de coalición PSC-ERC-ICV, a partir de procesos participativos pero que no llegó al Parlament por la convocatoria anticipada de elecciones. La posibilidad de aprobar la legislatura pasada quedó parada también por el adelantamiento electoral. Aunque la izquierda catalana afirma que fue CIU la que no permitió que la propuesta de ley contra la homofobia pasara de la Comisión de Igualdad al Parlamento en la última legislatura. En cambio, en la actual legislatura, el compromiso adquirido por CIU con el movimiento LGTB abre la puerta a una mayoría suficiente para aprovar una iniciativa como ésta. En IdemTV creemos que es importante profundizar y explicar los matices que separan a los partidos para que los miembros del colectivo LGTB conozcan las razones de cada cual y puedan, si lo consideran oportuno, posicionarse al respeto. Y por esto hemos hablado con los representantes de las sectoriales LGTB de los diferentes partidos para aportaros su opinión.

Para Guillem Espriu (PSC) una ley contra la LGTBfobia, merecería “una iniciativa por parte de las izquierdas, para poner encima la mesa el tema durante el primer año”, aun cuando cree que debería de ser una propuesta del Gobierno. Que sea o no una ley específica es un tema importante para Espriu “se trata de una cuestión de prioridades” y de que “se quieran visibilizar las políticas destinadas a un colectivo históricamente discriminado”. Argumentos similares aportan Xavier Florensa (ERC), Aleix Aguilera (ICV) o Joan Pujolàs (CUP-AE) para explicar porque quieren una ley específica contra la LGTBfobia y no que ésta sea incluida en una ley “omnibus” de igualdad de trato. Pujolàs (CUP-AE) resalta que si se incluye la lucha contra LGTBfobia en una ley más genérica se corre el riesgo de volver a invisibilitzar los derechos y las libertades LGTB.

Desde ERC, Florensa señala el compromiso de su partido con el movimiento LGTB y la ley contra la homofobia y resalta que “cuando estábamos en el gobierno ya elaboramos una ley a partir de un proceso participativo y dejamos el trabajo hecho”. Para Espriu (PSC) la principal discrepancia no debe ser el nombre, sino que, si la hay, las diferencias se encontrarán a la hora de redactar el texto y concretar el ámbito de actuación, los derechos y la protección. Aguilera (ICV) señala que la propuesta de su partido es mantener la ley consensuada en la legislatura que acabó en 2010 “pero con los actuales resultados, sin el apoyo de CIU, no sale adelante”, aunque añade que “lo que no se puede hacer es que se quede descafeinada para obtener el apoyo de CIU”. Desde la CUP, Pujolàs indica que “hará falta que las organizaciones LGTBI también continúen presionando para que la ley vaya adelante”.

Desde CIU, Jordi Aracons, indica que no está de acuerdo con “esta estrategia de diferenciación” de las propuestas porque no cree que una ley de igualdad de trato que incluya la homofobia sea divergente con la que reclama el movimiento LGTB. Añade que considera que un año se demasiado poco tiempo como porque se apruebe una ley por los plazos que requiere el Parlamento, aunque recalca que su partido subscribió un compromiso con el colectivo LGTB y que este se desarrollará. Con todo recuerda que CIU no aprobará la propuesta de ley que se elaboró con el “tripartit” porque no coincide con sus postulados, pero si que se muestra convencido de que se podrán llegar a los consensos suficientes con movimiento LGTB y el resto de partidos del arco parlamentario catalán para legislar sobre la materia.

Recortes y políticas LGTB

Los recortes han afectado a las entidades LGTB y en especial a aquellas que se dedican a la prevención y la atención del VIH-SIDA. Sobre la continuidad o no de los recortes los partidos mantienen posiciones diferenciadas. “Esquerra ha sido la segunda fuerza, lo que demuestra la voluntad de la ciudadanía de que Catalunya tenga una consulta por la independencia pero con un modelo diferente al aplicado hasta ahora”, afirma Florensa (ERC), que añade que ahora se hace “más fácil conseguir la ley y parar los recortes”. En cambio, desde el PSC, Espriu señala que los recortes seguirán, “y serán similares a las de los dos años anteriores”, aunque cree que “no deberían de afectar a las políticas para colectivos como por ejemplo el LGTB. Aguilera (ICV) coincide con que los recortes se mantendrán durante esta legislatura y señala que “ya se han anunciado 4000 millones de euros en recortes y sabemos que siempre van hacia las entidades, los servicios sociales y los servicios públicos”, y concluye que “no son recortes económicos sino que son ideológicos”. Para Pujolàs (CUP-AE) durante la próxima legislatura “tememos que hará falta intensificar la lucha contra los recortes desde la calle, también por parte de las organizaciones de liberación LGTBI”. Con respecto a la posición de CIU sobre los recortes que se han aplicado en la última legislatura y que se aplicarán en la próxima, Arcarons resalta que en los presupuestos destinados a las entidades de prevención y atención del VIH-SIDA se está haciendo un esfuerzo para reducir los recortes al mínimo posible e, incluso, para suplir las que se han producido de fondos procedentes del Estado español. De las que pueden afectar al resto de entidades LGTB indica que su objetivo se minimizarlas pero remarca que los recortes vienen marcados por Europa.

La nueva legislatura acaba de empezar y lo hace de forma abierta en muchos campos, también en el caso de la ley contra la homofobia, lesbofobia y transfobia. Es una demanda del movimiento LGTB y es un compromiso adquirido, con los matices que se quiera, por una mayoría suma a las tres cuartas partes del Parlament. Ya hay mucho todo un borrador de hecho, sólo hará falta voluntad política y de consenso. Desde IdemTV os seguiremos informando puntualmente, puesto que también es nuestro compromiso.